Acogedora casa de campo con terraza, vistas a la montaña y jardín en pueblo morisco

Mecina (donde se encuentra su alojamiento), se encuentra en el corazón de La Taha, un lugar donde los pueblos y aldeas sin explotar casi turísticamente que lo invitan a retroceder en el tiempo.

Al entrar en esta encalada propiedad, se puede sentir la intimidad.

El espacio abierto de salón y cocina está coqueto con sus diferentes lámparas y una chimenea que dará candela en las noches más frías.

Arriba, en el primer piso, encontrarás un baño y dos dormitorios, uno de los cuales viene con su propia terraza para despertarte con esas vistas ondulantes de las montañas.

Durante nuestra visita, nos tumbamos en la cama doble y la encontramos bastante cómoda.

El pequeño jardín privado puede no tener hectáreas de terreno, pero la sombra de la pérgola, la barbacoa y las tumbonas son todos los ingredientes que necesitas para leer, tomar una siesta y tostarte al sol de montaña.

Las plantas y arbustos en macetas proporcionan un agradable y fresco toque verde.

La terraza del primer piso es otro lugar bañado por el sol para sentarse y tomar una cerveza fría por la noche, eso después de que el jardín haya sucumbido a la sombra.

Estar en una latura medio de la Alpajurra significa que esta área disfruta de un clima más suave y cálido en comparación con sus vecinos más altos, y una brisa más fresca en comparación con las aldeas más bajas.

Esto hace que Mecina esté perfectamente ubicada para los viajeros que disfrutan de caminatas desde la puerta de casa sin la necesidad de coger el coche.

Hay algunos restaurantes a poca distancia, lo que significa que puedes volver fácilmente a casa después de una comida o cena.

Si bien la casa no captura un ambiente de lujo, es una opción sólida para aquellos que buscan experimentar una estadía tradicional y simple.